El Food art y el Padrino
Gastronomía y cine mantienen una estrecha e intensa relación y de recíproca necesidad. Que sería del cine sin la secuencia de Charles Chaplin intentando comerse un zapato en el film La quimera del oro, secuencia que se ha convertido en un símbolo del cine y de las reivindicaciones, al margen de su inmensa calidad como escena mítica de la historia de la cinematografía mundial, así mismo también encontramos en el cine de animación la película la dama y el Vagabundo, donde los spaghetti se convierten en unos de los ingredientes más románticos para representar una cena de enamorados, y así encontramos numerosos ejemplos de la relación existente entre las dos disciplinas artísticas nombradas anteriormente.
En la antigüedad el hombre cazaba para alimentarse pero también para cubrirse con las pieles o bien para utilizar los huesos como herramientas, fuimos evolucionando y en la cultura mediterránea la gastronomía se ha utilizado para establecer relaciones sociales. Encontramos el acto litúrgico de la comida como el centro de las celebraciones y de las fiestas, así mismo estos actos a lo largo de la historia han sido representados por los artistas en cualquiera de las disciplinas artísticas. El food art es el arte sobre la comida o sobre el comer, es aquel arte que trabaja en el dominio de la comida, de la cocina, es toda aquella práctica social relacionada con el entorno de la alimentación. Así mismo encontramos una variación artística que es el edible art, que es el arte que se puede comer. Aquí entramos en el debate de ¿Qué es arte? La respuesta la encontramos en si es un hecho aleatorio y/o gratuito o de otra forma es un elemento que nos lleva al debate y la reflexión, pues es aquí en el marco en el cual debemos movernos. Pero otra pregunta que nos surge es ¿un producto alimenticio efímero puede ser arte? Nuevamente encontramos la respuesta en su función, si podemos justificar y argumentar su reflexión entonces es que si.
Encontramos la última cena de Leonardo Da Vinci, considerada como una de las mejores obras pictóricas del mundo, como la representación central del cristianismo, retrata un momento muy especial, donde Jesús está cenando con sus discípulos, y sabe que le van a detener y es en ese preciso instante donde les dice que uno de ellos le ha traicionado. La cena como elemento de encuentro, de reunión y para compartir, al igual que en la secuencia de la boda de Francis Ford Coppola titulada The godfather.
En esta secuencia Vito Corleone, está casando a su hija, Conny Corleone con Carlo, pero mientras vemos como celebran la fiesta de la boda, bailando y comiendo, su padre, el Don, está en su despacho celebrando otro acto litúrgico, en este caso el de atender a sus invitados y hacerles el favor que les pida, entre dichos favores, está el de matar. Todo este proceso cinematográfico se produce mediante un montaje en paralelo, proceso que nos sirve para mostrar la realidad, Francis Ford Coppola no pretende condicionar al espectador por medio del proceso del montaje, al contrario, dicho proceso cinematográfico tal y como está establecido tiene finalidades conceptuales, simbólicas, de reconstrucción y de recreación de la realidad que desde el punto de vista de Coppola acerca al espectador al realismo, así mismo induce al espectador a un sentido determinado del texto cinematográfico y que de alguna manera fomenta la reflexión.
Podemos concluir que en el arte, tanto en la gastronomía como en el cine se replantea los conceptos clásicos del arte, ya sea de forma separada o conjunta como hemos visto a lo largo de este ensayo, pero no cabe duda que la conjunción de ambas disciplinas nos abre un amplio abanico de posibilidades destinadas a la reflexión y al debate.
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