La retratística real: Alejandro Magno
En época helenística, la retratística es un campo bastante importante dentro de la escultura, y será con Alejandro, donde se impondrán las bases y los diferentes tipos de retratos que se realizarán durante este periodo.
A lo largo del periodo griego se realizan retratos, pero podemos ver una clara evolución desde el s. V a.C. hasta el pleno Helenismo.
Durante el s. V a.C. los retratos que se realizaban no eran como los que entendemos hoy en día, es decir, plasmar los rasgos más característicos de la persona retratada, para poder identificarla. Se crean monumentos de agradecimiento por sus actas, por ello, no interesaba que se pareciera, sino que se viera reflejado el estatus del personaje retratado. Ej.: Así como a los sabios se les representaba con barba larga, a los atletas como jóvenes niños.
Ya en época Arcaica, siglo IV a.C., se producen una serie de cambios dados por el dominio de los Macedónicos, quienes gobernaban de una forma bastante diferente respecto a la anterior, y es que, ahora tenemos un Imperio dirigido por un único gobernante, y será en este periodo cuando se empiezan a crear una serie de retratos para dar a conocer a dicho gobernante y sus hazañas más destacadas.
Se dan unos elementos característicos para plasmar la idea que se quiere transmitir sobre el personaje retratado.
Si eras rey, debías tener experiencia en el reinado, por lo que se te representaba mayor; con barba y pelo largo, y además, con unos rasgos característicos que permitieran identificarlo fácilmente.
En este caso tenemos a Filipo II de Macedonia (padre de Alejandro) m.s. IV a.C., quien se representa mayor, con barba y una cicatriz en la ceja, elemento que lo caracteriza.
Podemos ver que se hace una mirada hacia el realismo, dentro del cual ubicamos la primera fase del helenismo, en la cual, tendrá protagonismo Alejandro.
Actualmente conservamos muy pocos retratos originales, incluso de Alejandro, pero generalmente se conservan copias romanas, de las cuales hemos podido establecer dos tipos:
El primero, denominado Retratos en escultura. Encontramos, principalmente, copias romanas y por ello solo se conserva o el busto o la cabeza. Eran retratos públicos y estaban ubicados en lugares bastantes frecuentados, y se erigían sobre tarimas o columnas para que todo el mundo pudiera glorificarlos lo mejor posible. El personaje más retratado era el rey, y a este se le podía representar de dos maneras, o bien montado sobre un caba
llo o derecho y apoyado sobre una lanza o llevando una espada. Ambos tipos se encuentran desnudos, elemento que los caracteriza y refuerza su carácter heroico y divino.
Esta representación real no hay que confundirla con un retrato en el que se representa al mismo Alejandro montado a caballo y vestido de militar, ya que este retrato formaba parte de un conjunto escultórico en el que se narra la batalla del Gránico, en la cual consigue su primera victoria contra el imperio Persa en el 334 a.C.
Encontramos una serie de atributos que permiten poder identificar si se trata de un rey o no. Estos atributos son:
Espada o lanza. Legitima el poder del representado y nos indica que quien poseía un arma quería decir que había ganado alguna batalla.
Cinta blanca. Se colocaba sobre la nuca dejando caer dos extremos. Se trata de un atributo muy característico de Alejandro, ya que él fue el primero en llevarla. Se le relaciona con el dios Dionisio, quien llevaba una cinta blanca también en la cabeza, y quién, al igual que Alejandro, llega a las puertas de la India.
Cuernos. Atributo que se representa mucho en los reyes y podían ser de toro, borreguito y cabra. La más utilizada para Alejandro es la de borreguito, la cual hace referencia a Zeus Amón (máxima divinidad griega con la egipcia) y la que encontraremos representada también en las monedas. Las de toro se utilizan para representar reinados egipcios y la de cabra para los dioses macedónicos (dios Pan).
Piel de león o elefante. Con ella se cubrian el cuerpo desnudo. Alejandro utiliza sobretodo la piel del león de Nemea, la cual se asimila a Heracles y le daba protección. Pero también podemos encontrarlo representado con la piel de elefante la cual se asemeja a Dionisio.
Maza de Heracles. Con la cual Heracles mata al león de Nemea.
Egida de Zeus. Coraza de piel de cabra que tenía la habilidad de rehuir las flechas.
Cetro de Poseidón. Tridente o arpón de 3 puntas y era utilizado sobre todo por los Ptolemaicos (estados helenísticos de Egipto).
Generalmente, los reyes helenísticos se representaban como un busto y mayores, es decir, con barba, pero la representación de Alejandro determinará la tipología de los retratos. Coge unos rasgos que lo caracterizan, al igual que su padre con la cicatriz en la ceja, pero también coge un elemento nuevo, y es que se representa joven para reforzar así, su poder, sin barba, pelo un poco largo y despeinado.
De los retratos conservados de Alejandro se pueden establecer tres tipos diferentes y todos ellos atribuidos a Lissip y Leocades. El primero que encontramos es el denominado Azara, el cual se caracteriza por ser el más realista y por llevar el flequillo hacia detrás, denominado como ANASTOLÉ. El segundo y más ideal que el anterior, se diferencia por llevar el pelo más corto pero desordenado, y a este se le da el nombre de Dresde, y el tercero y último tipo, denominado de Erbach, y el más ideal de todos, en el que encontramos las características de los dos tipos anteriores: anastolé y pelo largo.
Ya más a delante, por la segunda fase del helenismo (240- 160 a.C.) y en época Romana, encontramos a Alejandro totalmente idealizado, con la cabeza un poco girada hacia un lado y el pelo aún más largo, y manteniendo la característica nueva que cogió, de representarse joven.
El segundo tipo, y ultimo, a la hora de representar la retratística real, la encontramos en las monedas, sobre las cuales se representaban a los gobernantes, reyes con una serie de características dependiendo al reinado al cual pertenecían.
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