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De los Hechos y Hazañas de Bohemundo de Tarento en la Primera Cruzada

Bohemundo de Tarento, era hijo de Roberto Guiscardo con su primera esposa, Alberada de Buinalbergo. Por esta razón, Bohemondo no fue designado heredero de su padre.

Debido a esto, regresó a Italia después de haber luchado en los Balcanes contra los bizantinos para hacer valer sus derechos para con su tío Roger I de Sicilia, pero no tuvo éxito.

Entonces en el año 1096, se le presentó una oportunidad de oro: La primera cruzada.

La primera cruzada surgió cuando en el año 1087, el Emperador de oriente Alejo I Comneno, pidió ayuda al Conde de Flandes, Roberto el Frisón durante su estancia en Constantinopla. Según el Alexiada, Anna Comnena nos dice que Roberto envió quinientos caballeros de origen flamenco para que lucharan a las órdenes del emperador.

Hacia los años 1091-1092, Alejo I Comneno, volvió a pedir ayuda a occidente en la que explicaba la situación en el Egeo y Anatolia así como al levante siriopalestino. El Papa Urbano II supo de esta petición y aprovechó la situación lanzando una arenga destinada a toda la cristiandad mediante la cual instaba a todos a arrebatar la ciudad de Jerusalén de las manos de los musulmanes.

Para Bohemondo esto era una oportunidad de oro, ya que le permitiría obtener lo que siempre había deseado: Un principado propio. No tardó en reunir un ejército propio, cruzó el mar adriático y siguió la misma ruta que había seguido anteriormente para llegar a Constantinopla, ahora bien, lo hacía de otra manera, ya que debido a la cruzada, su relación con Alejo I Comneno pasaba de ser la de una amistad forzada en lugar de la de una enemistad sincera.

Bohemondo llegó a Constantinopla en el año 1097, antes de entrar en la ciudad, Alejose sorprendió respecto a la inmensa cantidad de guerreros que habían llegado, pues él había pedido un ejército de mercenarios que lucharan en sus órdenes, no un ejército de proporciones épicas movido por la fe. Debido a esto, Alejo I dejó pasar a la ciudad a los líderes de la cruzada, pero no a los soldados.

En la capital griega, Bohemondo se encontró con los otros líderes de la cruzada, como por ejemplo el mismo Roberto II de Flandes, Godofredo de Buillon, Raimundo de Toulouse y con Balduino de Bolonia. Además de ellos, cabe destacar el encuentro con el duque Ricardo II de Normandía, hijo de Guillermo I de Inglaterra, era la primera vez que se producía un encuentro entre un normando de Francia y un normando de Italia.

Una vez en palacio, Bohemondo rindió homenaje a

Alejo I para negociar sobre la obtención de territorios propios, concretamente Antioquia, sin mucho éxito. Finalmente los cruzados acordaron con el emperador que le darían el

de las ciudades y territorios que conquistaran a cambio de que él mantuviera una cadena de suministros durante el viaje a Jerusalén, y ayuda militar.

La primera batalla que tuvieron que enfrentarse en el viaje, fue el sitio de Nicea, ciudad que estaba situada en la costa este del lago Ascanio. En este sitio, Bohemondo, Godofredo y Raimon IV de Toulouse, sitiaron la ciudad en mayo de 1097. El resto de cruzados fueron llegando sucesivamente. Mientras llegaban mas cruzados, se construyó una torre de asedio mediante la cual se atacó la parte superior de las murallas mientras los zapadores atacaban su base.

Debido a esto, el sultán turco que estaba en la ciudad, Kilij Arslan huyó de la ciudad dejando a sus habitantes a su suerte, que pidieron ayuda a los bizantinos, estos, entraron a escondidas haciéndose con el control de la ciudad. Esto enfureció a los cruzados que no pudieron saquearla tal y como era costumbre.

Bohemondo marchó de nuevo camino de Jerusalén a través del desierto de Anatolia con los otros líderes Cruzados, pero debido a los problemas de suministro acordaron separarse y encontrarse más tarde. Cuando Bohemondo y sus hombres avanzaban por Dorilea, decidió acampar.

Fue entonces cuando Kilij Arslan atacó a Bohemondo. Los turcos causaron miles de bajas ya que luchaban de forma completamente diferente a la de Bohemondo y los cruzados. Mientras que los caballeros cristianos luchaban llevando pesadas armaduras y luchando cuerpo a cuerpo, los turcos que iban a caballo no llevaban armaduras y además llevaban arco y flechas, por lo que los cristianos apenas podían causar bajas a las filas turcas, los turcos usaban la táctica de la Nauka, que consistía en que arqueros a pie, sentados en el suelo en un terreno al abrigo de los enemigos, usando los pies para tensar los arcos. Gracias a ello, las flechas llegaban más lejos y obtenían más capacidad de penetración. Todo parecía perdido cuando de repente, Godofredo de Boillón llegó con su ejército y acabó con los turcos de Kilij Arslan cogiendolos completamente por sorpresa. Los que no murieron huyeron.

Bohemondo y los cruzados llegaron a Antioquía. La ciudad había sido tomada por los turcos selyúcidas una década antes de las manos de los bizantinos. Su gobernador, Yaghi-Siyan se preparó para la llegada de los cruzados, por lo que hizo expulsar a la población griega y armenia ortodoxa y ordenó encarcelar al patriarca griego Juan VII Oxit.

El asedio comenzó cuando las tropas de los cruzados sitiaron la ciudad el día 21 de octubre de 1097. Bohemondo acampó en el noreste de la ciudad, cerca de la puerta de San Pablo.

Godofredo estableció sus fuerzas en la puerta del Duque y Raimundo a las de la puerta del Perro. En noviembre, Tancredo de Galilea, sobrino Bohemondo, se unió al ejército cruzado.

Con él llegó una flota genovesa con suministros. Debido a que Robert II de Flandes se desplazó al sur para recibir a los genoveses, Yaghi-Siyan atacó a Raimundo. Este rechazó el ataque, pero no pudo capturar la ciudad. Por su parte, Bohemondo y Robert, fueron atacados en sus campamentos por Duqaq de Damasco. Tuvieron que retirarse de la ciudad con muy poca comida. Pero debido a un terremoto, la aparición de la aurora polar y a una serie de lluvias, Duqaq se retiró.

El hambre volvió a hacer presa en los cruzados. En algunos casos, los caballeros se comían sus caballos, y en otros casos, se producían episodios de canibalismo. Los cristianos locales así como el exiliado patriarca Simeón, trataron de hacer llegar alimentos a los cruzados, pero no fue suficiente. En enero de 1098 empezaron las deserciones.

En febrero, el general y legado del imperio Taticio, abandonó el ejército cruzado. Se cree que puede ser porque Bohemondo habló con él haciéndole creer que los otros cruzados querían matarlo o porque estos se negaban a escuchar sus consejos. En cualquier caso, este era el pretexto que Bohemondo necesitaba para acusar al imperio griego de traición. En el mes de Marzo llegó una flota inglesa liderada por Edgar Aethling, trajo con él maquinaria de asedio. Después de ganar una escaramuza en la que casi se pierde el material, los cruzados construyeron una fortaleza que denominarían La Mahomerie. La construyeron para bloquear la puerta del puente y para evitar que Yaghi-Siyan ataquen las líneas de suministro de los cruzados.

En mayo de 1098, llegó el ejército turco mes grande de los que habían llegado hasta entonces bajo las órdenes de Kherboga de Mosul. A Kherboga se unieron Duqaq y Riwad, aumentando todavía más el número de tropas, entre las cuales había persas. Los cruzados supieron de este ejército debido a que Kherboga había atacado Edessa durante tres semanas, Balduíno de Bolonia no la pudo reconquistar. Los cruzados tenían que tomar la ciudad si querían sobrevivir, razón por la cual Bohemondo de Tarento trabó amistad con Firuz, un mercenario armenio que se encargaba del control de la torre de las dos hermanas y que quería vengarse de Yaghi-Siyan por haberle confiscado sus corderos, por lo que aceptó un soborno para abrir las puertas.

Planeada la traición, Bohemondo ofreció a los líderes cruzados entrar en la ciudad si a cambio se la podía quedar para él. Debido a la situación desesperada se aceptó su propuesta.

Aún así, el 2 de Junio Esteban de Blois y algunos cruzados mas abandonaban el ejército. Firuz dio instrucciones a Bohemondo para fingir un ataque contra Kherboga y después volver por la noche y escalar los muros. Los cruzados lograron entrar en la ciudad.

Por la mañana del 3 de Junio, Yaghi-Siyan fue decapitado y sólo restaba capturar la ciudadela que estaba en manos de su hijo Shams ad-Dulah. Simeón VII el Oxita fue reincorporado como patriarca.

El ejército de Kherboga se aproximaba y había escasez de alimentos. Para colmo más cruzados habían desertado y se habían unido a Estevan de Blois en la ciudad de Tarso. Esteban, quién había visto al ejército de Kherboga, se encontró con Alejo I y le explicó la situación, razón por la cual dieron por muertos a los cruzados volviendo a Constantinopla.

Mientras esperaban la llegada de Kherboga, los cruzados encontraron la lanza sagrada en la ciudad, si bien algunos, entre ellos Bohemondo, se mostraron escépticos, pero Bohemondo sabía que podría ser una inyección de moral para sus tropas.

El día 27 de junio, después de negociar infructuosamente con Kherboga, se rependren las hostilidades

Eldía 28 de junio los cruzados salieron de la ciudad con Raimundo de Aguilers empuñando la lanza sagrada.

Kherboga entonces envió un emisario para negociar una tregua, pero los cruzados no le hicieron caso y avanzaron. Kherboga fingió una retirada para llevar a los cruzados a un terreno más difícil para ellos y los atacó con los arqueros para parar su avance. A la vez envió un destacamento para atacar el flanco izquierdo de la formación cristiana. Bohemondo previno la eventualidad y organizó una escuadra bajo las órdenes de Reginaldo de Toul que anuló la maniobra de Kherboga. Los turcos causaban muchas bajas entre los cristianos, y Kherboga ordenó incendiar el campo de batalla entre los croatas y su posición, aún así los cruzados no se dejaron acobardar y atacaron alegando que Sant Jorge, Sant Mauricio y Sant Demetrio luchaban con ellos.

Cuando los cruzados llegaron a la posición de Kherboga, Duqaq, Riwad y muchos emires habían desertado, quedando así la superioridad numérica de Kherboga neutralizada.

Las fuerzas que quedaban no tardaron a retirarse.

Kherboga se retiró, La ciudadela liderada por Ahmed ibn Marwan decidió rendirse a Bohemondo, y este reclamó la ciudad para él a pesar de que Raimundo se mostró disconforme. Desde Constantinopla, Alejo I Comneno restaba impotente para reclamar la ciudad.

Había nacido el Principado Normando de Antioquía.

BIBLIOGRAFíA

Luís García Guijarro: Papado, Cruzadas u Órdenes Militares. Siglos XI-XIII. Cátedra. Madrid. 1995. ISBN: 84-376-1377-9

Sir Steven Runciman: Historia de las cruzadas. Alianza Ensayo. Madrid. 2008. ISBN: 978-84-206-6847-5

Kenneth M Setton. A History of the Crusades. University of Wisconsin Press. Wisconsin. 1990. ISBN: 978-0299107444

Emilio Cabrera: Historia de Bizancio. Ariel. Barcelona. 2012. ISBN: 978-84-344-0107-5

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